En un domo, de piso y paredes de color blanco, con un techo de cristal, La joven de piel cocida y que portaba la hoz, había estado probando los androides, que se habían creado para una invasión al mundo espiritual, un montón de androide estaba dispersos por el suelo y el aceite de estas maquina había manchado la ropa que la chica de las cocidas, traía puesta. La joven Orihime, tuvo curiosidad por saber sobre la historia de la joven Jazmín, así que le pregunto a la chica, sobre su vida, la joven Jazmín, después de unos segundo de silencio le empezó a contar su historia, después de escuchar la vida de la joven morena, la pelo naranja, se quedó impresionada y sintió pena por los difíciles momentos que había tenido la joven Jazmín. Chad, al mirar la sonrisa de su compañera, se sonrojo y trajo un poco de saliva algo nervioso, por aquella sonrisa. Jazmín, estaba caminando hacia el lugar donde se había quedado la noche pasada, para recoger sus cosas para poder llevarlas hacía el departamento de Chad, la morena, estaba acompañada por el chico musculoso. Después de caminar un rato, los chicos llegaron al hotel. Jazmín, recogió sus cosas del cuarto en que había dormido ayer, Chad, le ayudo con las cosas, la morena, agradeció a Chad, por su ayuda y junto con él, fue a la recepción e hizo el check out, después de pagar el hotel, salió junto con su acompañante moreno. Después de conversar, la morena, se quedó con la decisión de dormir en el futon, pero con la condición, que si quería, cualquier día puede ocupar la cama. La morena, se acercó al ventanal que había en el living y lo abrió, salió a la terraza y miro el paisaje nocturno de la ciudad.
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Me agarré a él, a su cuello y empecé a bailar. Quieto sin duda, el baile no era lo suyo. Pude ver como tenía una erección considerable. Ambrosio me pillo relamiéndome y mordiéndome el labio mientras miraba su paquete. Me había llamo zorra. Pero lejos de molestarme, me excitó. Al fin y al cabo, esa noche iba vestida como una zorra. Muchísimo - le dije yo. Yo también quiero ver.
